Despertarse a mitad de la noche con tu mente acelerada, repasando todas las cosas que no has logrado, cosas que te preocupa no lograr, y todo tipo de posibilidades negativas les roba el sueño a muchos que padecen de ansiedad. A continuación, te presentamos algunas estrategias que te ayudarán a recuperar tu descanso.

Levantate

Por lo general, quedarse acostado esperando volver a dormir trae más daños que beneficios y puede hacer que inconscientemente relacionés estar en cama con estar despierto. Si no empezás a quedarte dormido otra vez en un lapso de 20 a 30 minutos, debés levantarte e irte a otra habitación y hacer algo que te relaje hasta que tengás sueño otra vez. Esto es importante para alejar de la habitación los pensamientos negativos.

Preocupate antes de acostarte

Entre 8 y 9 pm, dedicá un periodo de 20 minutos para preocuparte y en el cual pensés en todas las razones por las que podrías sentirte ansioso; escribí estos pensamientos y preocupaciones conforme vengan a tu cabeza. Poner todo en papel es una excelente técnica terapéutica, ya que te ayuda a pensar que estás haciéndole frente a estos pensamientos ansiosos. Si lo hacés con regularidad, tu mente empezará a esperar este ‘tiempo de preocupación’ y esto hará que tus preocupaciones no te atormenten tanto cuando intentés dormir.

Buscá algo que te distraiga

Leer con una luz tenue, hacer estiramientos leves o beber leche caliente en el sillón, hacé algo que te relaje y así alejarás tu mente de los pensamientos ansiosos que dan vueltas en tu cabeza. Alejate de las bebidas alcohólicas y alejate de tu teléfono; la luz de fondo azul de tu teléfono puede dificultar aún más que te volvás a dormir y  revisar las redes sociales solo agrega negatividad a tu mente.

No veás el reloj

Resistite a la necesidad de ver el reloj, ya que esto te estresará más y te hará sentir más ansioso al ver como pasa el tiempo y ver que no te podés dormir.

Esperamos que esto te ayude a eliminar la ansiedad y a dormir bien.

Fuentes: Huffington Post, Psychologies UK